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           "Ayer volé tan libre como mis creencias me permitían.

               Hoy elijo volar tan lejos como mi esencia me pida"

 

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Muchas de las dificultades que vivimos, tienen que ver con un proceso de desconexión con la vida. Entendiendo la vida, el primer acto que nos mantiene con existencia: la respiración.

A partir de desata una serie de complicaciones que nos llevan a una desconexión y fragmentación de nuestro ser.

Un conflicto con los otros, es posible si yo me desconecto y permito que el exterior me invada con sus emociones negativas, reacciono en base a lo que sucede fuera de mí y no dentro de mí.

Una enfermedad -salvo algunas excepciones- nos hablan de que vivimos fuera de nosotros mismos, que nos hemos desconectado de nuestra energía vital, de lo más básico: nuestras sensaciones, necesidades básicas, nuestros pensamientos, nuestros anhelos, etc.

Cuando sentimos que hemos perdido el rumbo, que la vida no vale la pena, de la misma forma, nos hemos desconectado.

¿Por qué sucede esto? Por qué dejamos de vivir EL PRESENTE, el instante, dejamos de ser consciente de nuestra respiración, este simple acto vital.

¿Cómo reconectarnos con la vida?

  • Siendo consciente de nuestra respiración.
  • Meditando y orando.
  • Viviendo en el presente, aceptando el pasado, confiando en el futuro.
  • Identificar y aceptar todo lo que sentimos y pensamos.
  • Aceptar lo que vivimos, sin poner resistencia.
  • Realizar procesos de autoconocimiento personal con un objetivo: reconectarme con lo más grande: LA VIDA.
  • Volver a conectar con nuestros anhelos, sueños y metas y concretizando en pasos pequeños.